En un mundo cada vez más digitalizado, la Administración Pública, que es esencial para el desarrollo social y económico, ha decidido dar la mano a las startups y pymes digitales para, a través de la innovación abierta, rediseñar su futuro. Esa implementación de soluciones tecnológicas avanzadas para mejorar la eficiencia, transparencia y accesibilidad de los servicios es el GovTech (término que mezcla las palabras inglesas ‘government’ y ‘technology’) y no es una moda; es una estrategia clave.
El GovTech no sólo va de modernización. Además, propone un cambio de modelo en el modo en el que la Administración accede a la tecnología que usa. Dejar de ser su propietaria (ya sea porque la ha desarrollado ella misma o porque la ha encargado a una gran empresa) a ser una usuaria que, bajo suscripción, accede a los servicios que necesita igual que cualquier empresa. Este paso hace posible que las proveedoras de estos servicios sean startups y pymes digitales y con las que, obviamente, la Administración puede colaborar en la co-creación de soluciones.
Llegar a esta innovación abierta requiere previamente que las administraciones rediseñen sus servicios para estandarizarlos y lograr así integrar en ellos capacidades y productos que ofrecen las startups y pymes digitales al mercado. Entre nosotros tenemos un buen ejemplo en el programa GovTech Bizkaia de la Diputación Foral de Bizkaia, una iniciativa pionera que echó a andar en 2022.
En este tiempo han participado 355 startups y pymes digitales y en su laboratorio de innovación abierta ha pilotado 14 retos con equipos públicos (entre ellos los de patrimonio cultural, euskera, ganadería, atención ciudadana o el de promoción económica) en los que se han desarrollado desde asistentes conversacionales con Inteligencia Artificial a un sistema de envíos de encuestas utilizando el canal WhatsApp, pasando por la recopilación datos para mejorar el servicio de transporte público de Bizkaibus o el impacto de las subvenciones públicas.