En un experimento pionero llevado a cabo en Alemania, un grupo de científicos ha enviado mensajes cifrados utilizando principios de la física cuántica a través de una red comercial (y desplegada) de telecomunicaciones de 250 kilómetros. Esta prueba, realizada por investigadores de Toshiba Europe y de la que informa la revista ‘Nature’, supone un hito en la comunicación cuántica y, por tanto, en la seguridad de las comunicaciones y en el tratamiento los datos de próxima generación.

La física cuántica estudia la naturaleza a escalas infinitamente pequeñas, incluyendo sistemas subatómicos y las interacciones entre electrones y fotones, que pueden tener aplicaciones en informática, simulaciones y comunicaciones. En este caso, han utilizado la llamada distribución cuántica de claves (QKD), que aprovecha el entrelazamiento cuántico. Es decir, al modo en que las características de dos partículas subatómicas pueden relacionarse, incluso cuando están separadas por una gran distancia.

Uno de los elementos claves en la experiencia ha sido la transmisión óptica coherente, una tecnología que la modulación de la amplitud, fase y polarización de la luz para enviar información a través de fibras ópticas. Mediante un nuevo protocolo de estabilización de fase y sincronización de frecuencia entre nodos, los investigadores lograron mantener la coherencia entre las señales ópticas transmitidas desde los extremos de la red hasta un nodo central receptor (a 254 kilómetros de distancia) durante más de siete horas. Por otra parte, en vez de refrigeradores criogénicos esta solución se basa en detectores de fotones de avalancha, que son más prácticos y económicos.

Este experimento tendrá repercusión en el desarrollo de comunicaciones seguras a través de repetidores cuánticos, de redes de sensores cuánticos y en la computación cuántica distribuida, sistemas y tecnologías que protagonizarán la futura internet y que están hoy, por tanto, un poco más cerca.

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