La transformación digital llega en algunos mercados incluso a generar nuevos modelos de negocio. Es el caso de los seguros, donde la propuesta del Insurtech (neologismo surgido de la unión de Insurance y Technology) de va más allá de ofrecer seguros en línea. La incorporación de tecnologías disruptivas como la Inteligencia Artificial, el big data o el blockchain en los procesos clave del negocio no solo está mejorando la eficiencia operativa de las aseguradoras, sino que también está redefiniendo la experiencia del cliente al que se le puede ofrecer una personalización del servicio.

Para empezar, la tecnología está permitiendo que las empresas dejen de ser reactivas a convertirse en proactivas. Ya pueden, por ejemplo, procesar grandes volúmenes de información y crear con ellos patrones de comportamiento y predecir riesgos, tanto generales como individuales. Si una de esas fuentes de información es nuestro propio coche sabrán cómo conducimos, qué trayectos hacemos y a qué horas, con lo que podrán hacer una estimación de nuestro riesgo de sufrir un accidente y trasladar esta información a los servicios y precios que nos ofrecerán.   

Pero, además, podrán automatizar muchas tareas de poco valor y ganar en transparencia en todos los procesos. Siguiendo con el ejemplo del coche, si sufrimos un accidente será el vehículo el que de inmediato alerte a la aseguradora, agilizando la tramitación de los partes y, de paso, reduciendo también el riesgo de fraude ya que la compañía sabrá el momento exacto en que se produjo y la velocidad a la que circulábamos, pero también quién estaba al volante.  

Algunas de estas innovaciones ya están en el mercado de la mano de algunas startups. Así, ya hay plataformas que calculan y gestionan automáticamente cualquier compensación por un retraso que haya podido padecer un asegurado en el transcurso de un vuelo gracias a una base de datos que recoge información del tráfico aéreo mundial.

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