El Gobierno Vasco ha presentado los Faros de Innovación, una nueva herramienta estratégica diseñada para orientar de forma preferente los recursos económicos y el capital humano en la innovación. Esta iniciativa busca otorgar coherencia al conjunto de las políticas de innovación del Gobierno y consolidar Euskadi como un polo europeo de alta innovación.
El Lehendakari ha destacado durante su intervención la apuesta del Gobierno Vasco, “estamos eligiendo y arriesgando. Poniéndonos fuertes en lo que somos buenos. Focalizando áreas estratégicas para Euskadi”. “Hoy volvemos a encender las luces largas centrando nuestros esfuerzos en los ‘Faros vascos de innovación’, que pondrán el foco sobre dónde queremos llegar”, ha destacado Pradales. A su vez, el Lehendakari ha remarcado que bajo el liderazgo del Departamento de Ciencia, Universidades e Innovación, «hacemos un esfuerzo interdepartamental e interinstitucional compartido para orientar todas las políticas públicas de Euskadi en materia de ciencia e innovación, agrupando objetivos y activando los recursos necesarios para ello, siendo el Fondo de Innovación instrumento fundamental para ello».
El acto celebrado en el centro Olatua de Getxo ha estado presidido por el Lehendakari Imanol Pradales y en él han participado el consejero de Ciencia, Universidades e Innovación, Juan Ignacio Pérez Iglesias; el consejero de Hacienda y Finanzas, Noël d’Anjou; y el consejero de Industria, Transición Energética y Sostenibilidad, Mikel Jauregi.
Impacto económico y social
El consejero de Ciencia, Universidades e Innovación, Juan Ignacio Pérez Iglesias, ha destacado que “los faros de innovación están concebidos para dar respuesta a los retos que nos plantean las tres transiciones y encontrar soluciones adecuadas a dichos retos. Los faros y las líneas de investigación e innovación que agrupa cada uno de ellos se han escogido teniendo también muy en cuenta nuestras potencialidades en ciencia e innovación. También buscan servir de guía a los esfuerzos que hacen otras instituciones en esta área y tener impacto económico y social.”
El objetivo general de los faros es generar conocimiento de alto nivel con el propósito explícito de producir impacto en la sociedad. Estos faros servirán de guía para desarrollar investigaciones y actuaciones que promuevan el hallazgo y desarrollo de innovaciones disruptivas, entendiendo la innovación como la creación de conocimiento de vanguardia con la meta de generar impacto económico o social a corto y medio plazo.
Los Faros de Innovación se enmarcan en la estrategia de ciencia e innovación del PCTI 2030 y se articulan en torno a la necesidad de dar respuesta a los retos que plantean las tres grandes transiciones en las que Euskadi está inmersa: la tecnológico-digital, la energético-ambiental, y la sociodemográfica y sanitaria. El propósito es afrontar estas transiciones mediante conocimiento avanzado e innovación para transformar los desafíos en oportunidades y lograr una Euskadi más digital, más verde y más inclusiva.
Nueve Faros de Innovación para la triple transición
La estrategia enmarcada en esas tres transiciones propone nueve Faros de Innovación que guiarán la política de innovación de los próximos años. En la primera transición, la Transición Digital y Tecnológica, se identifican tres faros principales: la Inteligencia Artificial (IA), considerada una prioridad estratégica para generar conocimiento avanzado y fundamental para diagnósticos en sanidad, la optimización de procesos energéticos y el impulso del euskera; las Tecnologías Cuánticas, reconocidas como una disrupción tecnológica con impactos importantes en computación, comunicaciones, ciberseguridad y sensórica; y la Ciberseguridad, un requisito transversal que busca garantizar una digitalización pervasiva y resiliente mediante un marco transversal que cubra la prevención, detección y recuperación frente a ataques y durante todo el ciclo de vida del dato.
En la segunda transición, la Transición Energética y Ambiental, los tres faros se centran en la descarbonización, que es un eje central para reducir la dependencia de combustibles fósiles mediante la eficiencia energética, el desarrollo de combustibles renovables como el hidrógeno verde, soluciones de captura, utilización y almacenamiento de CO2 y la mejora de las baterías; el enfoque One Health, que integra la salud de personas, animales y ecosistemas para abordar retos sanitarios y ambientales; y la alimentación saludable y sostenible, que garantiza alimentos seguros y saludables, libres de contaminantes, promoviendo la sostenibilidad, la biodiversidad y circularidad en la producción.
Finalmente, la tercera transición, la Transición Sociodemográfica y Sanitaria, también contempla tres faros: la salud personalizada y de precisión, que responde a retos derivados de las áreas con mayor morbilidad y mortalidad como oncología, enfermedades cardiovasculares, salud mental, neurodegenerativas y enfermedades raras, así como en la mejora de la atención primaria, la medicina preventiva y la salud pública; los condicionantes sociales de la salud, que analizan factores sociales como nivel educativo, ingresos, apoyo social o vivienda, que influyen en la salud y generan diferencias evitables en el estado de salud; y la demografía y reto sociosanitario, que estudia las dinámicas demográficas y migratorias, el envejecimiento saludable y la innovación en la gestión de cuidados de larga duración y la solidaridad intergeneracional.




