El concepto de soberanía tecnológica se está convirtiendo en un tema del momento entre los líderes europeos.

La crisis del COVID-19 solo ha hecho crecer una presión, que ya se intuía, para reducir la dependencia de Europa de las tecnologías de origen estadounidense o chino, desde el desarrollo de vacunas hasta la inteligencia artificial.

Pero, ¿qué es la soberanía tecnológica? STOA (Panel for the Future of Science and Technology) en el informe “Key Enabling Technologies for Europe´s technological sovereignty” la define como “la capacidad de Europa para desarrollar, proporcionar, proteger y retener las tecnologías críticas necesarias para el bienestar de los ciudadanos europeos y la prosperidad de las empresas, y la capacidad de actuar y decidir de forma independiente en un entorno globalizado”. Es decir, el alcance supera la pura investigación y desarrollo de tecnologías para contemplar su llegada a mercado en situación de liderazgo y manteniendo las competencias que nos garanticen la retención de talento cualificado.

La soberanía tecnológica debería responder a la necesidad patente de que Europa compita mejor en determinadas áreas clave, recuperando un posicionamiento actualmente perdido frente a EEUU y China y resolviendo para ello una serie de retos o amenazas para nuestra competitividad actual y futura:

1. Falta de recursos y materias primas

Existe una gran dependencia de terceros países para acceder a muchas de las materias primas o recursos críticos necesarios para el desarrollo de tecnologías y productos en Europa.

En este sentido, la UE ha puesto el foco en las dependencias relacionadas con las KET-s (“Key Enabling Technologies”)* por sus implicaciones en ámbitos prioritarios.

2. Dependencia de proveedores no europeos

La dependencia se extiende también a los proveedores de partes y productos imprescindibles en las cadenas de valor de los fabricantes europeos.
  • China: productos de alta tecnología (partes de maquinaria, productos médicos, telecomunicaciones, instrumentos ópticos, …)
  • USA: productos de alta tecnología (motores, productos eléctricos, aeroespacial, diagnóstico, …)
  • Rusia: materias primas (metales, gas y petróleo, carbón, níquel, …)
  • Reino Unido: casi todos los materiales y productos considerados

3. Falta de capacidades relevantes

Europa tiene un déficit de capacidades en términos de STEM respecto a otros países como China y EEUU

4. Comercialización de los resultados de la investigación

La UE continúa a la cola en la comercialización de los resultados de la investigación y en la retención de dichos resultados en Europa.

Ante los retos anteriores, se puede entender la urgencia de Europa por conseguir la soberanía tecnológica. Y así se está haciendo patente en los mensajes políticos.

No obstante, no es evidente la forma en que Europa abordará este tema o cómo los discursos políticos se transformarán en acciones concretas, ya que enfrenta posicionamientos proteccionistas (relegando a Europa y sus empresas a posiciones competitivas peores que las actuales) con posicionamientos más aperturistas hasta ahora defendidos por la Comisión para la investigación y la innovación.

En definitiva, el debate sigue abierto. Es un tema que, aunque tratado en Bruselas, nos afecta:

las tecnologías y acciones que se prioricen podrán estar (o no) relacionadas con nuestros intereses, las posibles plataformas que se creen podrán (o no) contar con agentes de nuestro sistema de ciencia, tecnología e innovación, las “fronteras” que puedan crearse con otros países pueden afectar a nuestras relaciones, …

Cuestiones para la reflexión como sistema de ciencia, tecnología e innovación y como empresas a título individual:

  • ¿Estamos al tanto y seguimos los debates que se producen sobre este tema?
  • ¿Tratamos de influir en agentes que participan en esos debates?
  • ¿Tenemos formas de representación en los debates?
  • ¿Cuáles son nuestras fortalezas y debilidades en el desarrollo y aplicación de las KETs?
  • ¿Cuál es nuestra dependencia respecto a los materiales y productos críticos? ¿Estamos haciendo algo por reducirla?
  • ¿Podemos establecer un equilibrio entre las tecnologías a desarrollar y las tecnologías a adquirir/incorporar, desarrollando conocimiento en torno a ellas y mejorando la capacidad de absorción de las empresas?
* fabricación avanzada, (nano)materiales avanzados, tecnologías de ciencias de la vida, micro/nano electrónica y fotónica, inteligencia artificial, y tecnologías de seguridad y conectividad

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