Acceder sin grandes inversiones a las innovaciones que aún no están en el mercado ofreciendo a las startups que las desarrollan la posibilidad de probarlas en una compañía ya consolidada que se ajusta al perfil de las que algún día serán sus clientes. Esa es la clave de Venture Client, el modelo relacional entre grandes empresas y otras emergentes que Gregor Gimmy, profesor del programa Business Innovation Program de la Universidad de Deusto ha explicado en una jornada celebrada esta semana en las oficinas de lnnobasque. Este modelo cobra cada vez mayor protagonismo en las estrategias de innovación abierta y puede resultar de gran interés en economías que, como la vasca, cuentan con un fuerte ecosistema emprendedor.

Gregor Gimmy desarrolló este modelo en 2014 a partir de su trabajo en en BMW, empresa en la que se implantó un programa dedicado a incorporar tecnologías desarrolladas por ‘startups’ a través de un proceso de compra en el que adquiría una versión temprana (e incluso prototipos) de los productos que era testada de forma inmediata por las unidades de negocio. Es decir, en un proceso de producción real.

Según Gimmy, en un momento en el que la tecnología es el recurso estratégicamente más importante para construir ventajas competitivas sostenibles, cada empresa debe decidir qué tecnologías debe desarrollar internamente y cuáles puede adquirir fuera o desarrollar en colaboración con agentes externos. Así, el modelo Venture Client conciencia a las grandes compañías de que deben hacer del seguimiento del ecosistema emprendedor y sus startups una competencia clave dentro de sus organizaciones. No se trata de establecer colaboraciones fijas entre empresas de ambos tipos, sino de  establecer unidades Venture Client que a través de procesos estructurados y validados permitan a las grandes corporaciones aprovechar la capacidad de las startups para crear rápidamente soluciones tecnológicas avanzadas que ayuden a resolver problemas y retos concretos.

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