- La jornada celebrada en la Universidad de Deusto fue un punto de encuentro para la reflexión sobre el papel de la ética en la toma de decisiones estratégicas en las organizaciones
- El encuentro fue también el marco para la presentación de la publicación “Planificación de Escenarios en la Empresa: una mirada ética”, elaborada por Eneko Astigarraga, Rodrigo Dal Borgo e Ibon Zugasti, expertos en prospectiva y miembros de la red de personas expertas en la materia de Innobasque, que propone una aproximación ética y práctica a la planificación de escenarios en contextos empresariales complejos
INNOBASQUE, 09 de mayo de 2025. La Universidad de Deusto y la Agencia Vasca de la Innovación, Innobasque, han celebrado una jornada en la que se ha abordado cómo la planificación de escenarios puede contribuir a repensar la cultura ética empresarial en contextos de cambio acelerado.
La apertura del acto ha corrido a cargo de Ane Ferrán Zubillaga, decana de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de la Universidad de Deusto, y de Leire Bilbao, directora general de Innobasque.
La decana ha destacado la necesidad de herramientas que permitan navegar la incertidumbre “con sentido y responsabilidad”. En un entorno que ha descrito como volátil y ambiguo, Ferrán ha subrayado que “es necesario pensar colectivamente sobre los futuros posibles y tomar decisiones hoy que estén alineadas con el futuro que deseamos construir”, defendiendo una ética comprometida que no se limite al análisis conceptual, sino que se traduzca en acción transformadora.
Por su parte, Leire Bilbao, directora general de la Agencia Vasca de la Innovación, ha puesto el foco en el valor estratégico de la prospectiva, ámbito en el que Innobasque lleva años trabajando, ante un mundo “profundamente incierto, ambiguo y sistémicamente conectado”. En su intervención, ha enfatizado que “imaginar futuros plausibles no es solo un ejercicio de anticipación, sino también una forma de confrontar nuestras creencias organizativas y rediseñar una cultura ética más resiliente. El futuro no se predice, se diseña; integrar la ética en la planificación de escenarios es esencial para afrontar los desafíos de forma justa y sostenible”, ha reivindicado la directora general.
Posteriormente, Javier Martínez Contreras, director del Centro de Ética Aplicada de la Universidad de Deusto, ha ofrecido una ponencia inaugural en la que ha presentado el quinto volumen de la biblioteca CEA de Ética Empresarial de la Universidad de Deusto: “Planificación de Escenarios en la Empresa: una mirada ética”, firmado por los expertos en prospectiva estratégica y miembros de la red de Personas Expertas en la materia de Innobasque Eneko Astigarraga, Rodrigo Dal Borgo e Ibon Zugasti.
En este sentido, Martínez ha introducido la aplicación de la ética en el contexto empresarial, que “lejos de ser un elemento decorativo, debe dirimir la identidad de cada organización. La ética es mucho más que un marco normativo, es una herramienta concreta para la construcción de futuros deseables y sostenidos”, ha defendido. Su construcción, advierte, “no es flor de un día, es una trayectoria que debe partir del razonamiento, de generar adhesiones que culminen en una convicción y que esta aterrice en una forma de ser”.
Escenarios, herramienta estratégica con propósito
A continuación, los tres autores de la publicación han participado en una mesa redonda, moderada por Peru Sasia, director de la biblioteca CEA de Ética Emoresarial y vicedecano de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, para presentar “Planificación de Escenarios en la Empresa: una mirada ética”. La obra, editada por la Universidad de Deusto, propone una aproximación práctica y reflexiva a la planificación de escenarios desde una mirada ética y sistémica, con el objetivo de ofrecer a las organizaciones herramientas para actuar en contextos complejos y cambiantes.
Según se explica en la obra, la planificación de escenarios no busca predecir el futuro, sino imaginar distintos contextos plausibles —tanto deseables como desafiantes— y ayudar a las organizaciones a tomar decisiones más robustas.
En este sentido, Rodrigo Dal Borgo ha precisado que esta herramienta debe tener un propósito claro y una utilidad práctica y tangible. “A la hora de planificar escenarios se ha de tener en cuenta para quién y con qué propósito se construyen dentro de la empresa. Puede ser para definir la estrategia general de la empresa, la específica de innovación o como abordamos en el libro, para diseñar la cultura ética de una organización”, ha explicado. A diferencia de las predicciones estadísticas, el autor ha indicado que “los escenarios nos permiten trabajar con incertidumbre estructural o factores de alta incertidumbre. Es decir, cuando ni siquiera sabemos si las reglas del juego van a seguir siendo las mismas. Un ejemplo claro lo encontramos en el desarrollo de la inteligencia artificial, que cambia paradigmas cada día”.
Eneko Astigarraga, por su parte, ha defendido la validez de esta metodología también para las pequeñas y medianas empresas, iniciativas de economía social y empresas familiares; en definitiva, “para entidades de menor tamaño que conforman el 85–90 % de las organizaciones empresariales de nuestro entorno”. “Tradicionalmente, las herramientas que plantean el futuro han tenido un perfil casi aristocrático: solo unos pocos pensaban cómo tenía que ser el futuro, pero también puede trabajarse a un nivel ‘micro’, porque tienen la capacidad de influir en las personas y la sociedad en general. Es cierto que enfrentan para ello dificultades, como estar atrapadas por el corto plazo y la limitación de recursos, sin embargo, es importante que desde la universidad y organizaciones como Innobasque o los clústeres planteen y faciliten esa educación en los futuros”.
Ibon Zugasti ha concluido la presentación de la quinta publicación de la Biblioteca CEA de Ética Empresarial de la Universidad de Deusto con una reflexión sobre la definición y el alcance de la ética. “Como parte del think tank global Proyecto Millennium, uno de los pocos que desde el principio incorporó la ética como uno de los grandes desafíos que tiene que abordar la humanidad, llevamos trabajando desde el año 1996 en esa visión global. Hoy en día, seguimos trabajando en ello”. Un reto que, para el autor, es doble: por un lado, extender la idea de que la ética es un vector clave en procesos de prospectiva participativos y, por otro, abordar la prospectiva de la propia ética: el ejercicio de acercarnos a cuáles serán los principios y valores que darán forma a la ética en el futuro.
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