Un nuevo informe internacional analiza 45 indicadores clave para medir el progreso frente al cambio climático. Entre ellos se encuentran variables relacionadas con el despliegue de energías renovables, electrificación del transporte, eficiencia en los edificios, innovación tecnológica y financiación climática.
El diagnóstico es preocupante, ya que ningún indicador está en línea con el objetivo de limitar el aumento de temperatura a 1,5 °C sobre los niveles preindustriales. Concretamente, seis de ellos están “fuera de rumbo”, es decir, no crecen ni disminuyen al ritmo necesario; cerca de 30 están “muy rezagados”, avanzando lentamente en la dirección adecuada; y cinco directamente se mueven en la dirección equivocada, alejándose de los objetivos climáticos. Un ejemplo claro es el uso del carbón, que en 2024 alcanzó su máximo histórico, a pesar de los compromisos globales para eliminarlo.
Entre los ámbitos más estrechamente ligados a la I+D+i, el informe destaca que la adopción de bombas de calor, los sistemas de captura y almacenamiento de carbono y la inversión privada en innovación climática están creciendo, pero todavía por debajo del ritmo requerido. El mensaje es claro: la acción climática existe, pero aún no está a la altura del desafío.




