Exactamente cinco décadas después de la crisis del petróleo de 1973, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha aprovechado la publicación de su principal informe anual para marcar distancias entre la actual coyuntura energética y la que se vivió aquel año de infausto recuerdo para Occidente, cuando otra guerra árabe-israelí (la del Yom Kipur) llevó a los países petroleros a dejar de vender crudo a Estados Unidos en represalia por su apoyo a Israel.

En la actualidad, la crisis energética desencadenada por la invasión de Rusia a Ucrania, junto a las crecientes tensiones en Oriente Medio y las temperaturas récord de este año, demuestran el riesgo de seguir dependiendo de los combustibles fósiles, según la AIE.

La AIE destaca el riesgo que supone continuar dependiendo de combustibles fósiles, teniendo en cuenta la crisis energética actual.

Pero, más allá de coyunturas, ¿cuáles son los diferentes escenarios energéticos a más largo plazo?

El World Energy Council (WEC) viene trabajando en los últimos años en la elaboración de tres escenarios posibles a 2040, con nombres musicales, que permitirán orientar a los responsables de la toma de decisiones.

  • Jazz Moderno, refleja un escenario impulsado por el mercado para lograr el acceso individual y asequible de la energía a través del crecimiento económico.
  • Sinfonía Sin Fin, presenta un escenario marcado por los gobiernos de los distintos países con el objetivo de lograr la sostenibilidad a través de políticas y prácticas coordinadas a nivel internacional.
  • Hard Rock, muestra un escenario fragmentado en el que prevalece la seguridad e independencia energética, con escasa cooperación global.
3 escenarios energéticos a largo plazo permiten adelantarse y poder tomar decisiones más acertadas.

Los escenarios de energía mundial actualizados brindan nuevas perspectivas sobre el panorama más amplio y de rápido cambio de la innovación que está surgiendo dentro y más allá del sistema energético. Incluye no solo nuevas tecnologías energéticas, sino también políticas, modelos de negocio e innovaciones sociales. Los escenarios ponen de manifiesto cómo las diferentes combinaciones entre aceleradores de la innovación y «constelaciones de disrupciones», pueden activarse y escalarse para permitir formas de energía alternativas y alterar las cadenas de valor existentes.

A continuación, se resumen los principales aspectos destacados de estos escenarios:

  • La demanda global de energía primaria se mantiene en línea con el modelo de escenarios de 2016, y se proyecta que la demanda de energía per cápita alcanzará su pico en la década de 2020.
  • La electrificación se extiende a más usos y usuarios, impulsando las tasas de descarbonización. Sin embargo, la cuestión de los sectores difíciles de eliminar y los usos no electrificados sigue abierta.
  • Una nueva revolución de la movilidad, que depende de la infraestructura, está cobrando impulso con el potencial de incidir en todo el panorama energético a largo plazo.
  • El aumento de la eficiencia energética es fundamental para gestionar la demanda energética de los sectores industrial, residencial y comercial y para avanzar en limitar el cambio climático.
  • Están surgiendo nuevas oportunidades para proporcionar servicios de energía en un sistema energético cada vez más centrado en el consumidor.
  • La innovación e inversión en infraestructura y las políticas proactivas, son necesarias para asegurar la descarbonización asequible y las transiciones de energía socialmente justas.
  • Emergen y comienzan a escalar hacia 2040 nuevas fórmulas de carbono cero-neto, incluyendo el hidrógeno, así como mecanismos de reducción de carbono.
  • El logro de los objetivos del Acuerdo de París sigue siendo difícil, ya que ninguno de los escenarios cumple con el objetivo de 2°C acordado.

En paralelo, el WEC elabora también el índice “Energy Trilemma” para 2060, que avalúa la capacidad en cada uno de los tres escenarios mencionados para obtener energía de una forma segura, asequible y respetuosa con el medio ambiente. Del análisis de este trilema, destaca la posibilidad de alcanzar el acceso universal de energía en el escenario de Jazz Moderno, y una reducción del 61% de las emisiones para 2060 (respecto a 2014) en el escenario Sinfonía Sin Fin.

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