11 de enero, 2024

Reflexionar sobre los más de 20 años al frente de Gestionet me lleva a la consideración de que aquella aspiración original de contribuir a potenciar el liderazgo en la innovación desde Euskadi se mantiene hoy intacta. El camino hasta el momento actual ha sido apasionante por poder aportar a la innovación desde el contexto vasco, que es especialmente estimulante en este ámbito. 

Euskadi tiene una significativa tradición industrial y es referente por su enfoque pionero en la economía del conocimiento. Desde mi perspectiva, este territorio es ejemplo sobre la importancia de la innovación como cultura. 

La innovación no supone elegir una opción. Representa una vía esencial para garantizar la relevancia y sostenibilidad en un mercado global cambiante. La percibo como clave de supervivencia y palanca para prosperar en un mercado competitivo. Es una necesidad. A este respecto, es básico impulsar una cultura de la innovación con un enfoque global que parta y se nutra de una visión compartida y que se sustente en valores relacionados, como el emprendimiento.

Además, para liderar la innovación, en mi opinión, esta mentalidad no solo debe impregnar una idea de negocio, tiene que contribuir de manera transversal a optimizar cualquier proceso interno. Debe formar parte de la cultura corporativa de toda organización que aspire a liderar cualquier sector.

Por otro lado, para liderar en innovación es necesario unir tecnología y personas, lo digital y lo humano. Es preciso, por ejemplo, favorecer el lado más humano en la aplicación de la inteligencia artificial para que las empresas y organizaciones más innovadoras ganen en eficiencia sin perder de vista a a las personas.

Innovación sustentada en colaboración

La colaboración es otro pilar que considero fundamental. En Euskadi formamos parte de un ecosistema empresarial que prioriza el intercambio de conocimientos. Este entorno permite impulsar la creatividad colectiva y fomentar la innovación colaborativa.

La relación entre universidades y centros de investigación con las empresas es clave. Estas colaboraciones impulsan el desarrollo tecnológico y potencian la capacidad para diseñar soluciones innovadoras que den respuestas nuevas y útiles a los desafíos actuales.

Desde mi punto de vista, liderar en innovación también implica fomentar una cultura de aprendizaje y adaptabilidad. Hay que preparar a los equipos tanto para el éxito como para el fracaso. 

En cualquier caso, la comunicación juega un rol esencial, no solo para compartir la visión de la innovación, sino también para conectar esta con la sociedad.

En resumen, el contexto empresarial actual presenta desafíos frente a los cuales es imprescindible impulsar una cultura basada en la innovación. La capacidad de liderazgo en este sentido de Euskadi es destacable y se sustenta, entre otros aspectos, en el hecho de haber establecido la colaboración como pilar fundamental en el impulso de la economía del conocimiento y de la digitalización. Ese, en mi opinión, sigue siendo el camino más de dos décadas después de mi primer emprendimiento destacable.

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Contacto

Juan de Miguel
Martínez
CEO
Grupo Gestionet

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